En un mundo ideal, lo que tendríais que hacer es ir a un sastre y que os haga un buen traje a medida. Creedme, no hay una sensación parecida siquiera a la de un traje hecho expresamente para ti. Pero hay buenos sucedáneos, y Borjastyle está aquí para mostrároslos.
Lo primero que tenemos que elegir es la tela y el color. Como lo que queremos ahora es un traje que nos sirva para todo, nos tenemos que olvidar de las rayas y los cuadros. Vamos a por un traje liso, o casi. Lo mejor va a ser una tela de estambre, que no es del todo lisa, y por lo tanto aburrida, sino casi. El estambre es el básico por excelencia en el mundo del traje, todo el mundo debería tener un par de trajes de estambre, uno gris y otro azul. A partir de ahí, ya puedes jugar.
Comprarse un traje de raya diplomática o de ojo de perdiz supone llamar mucho la atención y no dejar indiferente a nadie, lo cual es cool, pero peligroso. Ya que si no tienes otro traje, se te va a ver el plumero! Con un traje liso esto no pasa, ya que cambiando la camisa y la corbata, cambia el traje!!!

Ya tenemos la tela, estambre, y el color, gris o azul. Ahora vamos a por los detalles.
Toca elegir solapas (últimamente están de moda las solapas en punta, que son muy guays pero poco discretas, y ya sabéis que un buen traje ha de pasar desapercibido), tipo de chaqueta (la cruzada está muy in, pero le pasa lo que a la raya diplomática y a las solapas en punta...), número de botones (dos o tres), aberturas traseras (una o dos) y número de bolsillos (para mi, el bolsillo cerillero en la chaqueta es imprescindible).
Una vez tengamos todos estos detalles elegidos, toca encontrar el traje de confección perfecto.
En mi opinión, los más guays en relación calidad/precio son los de Hackett, ya que trabajan con telas de Loro Piana (posiblemente las mejores del mundo) y el corte es excelente. Son trajes ingleses, y por lo tanto muy clásicos, pero eso es lo que buscamos.

Rondan los 700 euros, pero si os dais prisa, ahora lo sacáis por 500. Dudo mucho que encontréis un traje mejor por ese precio.
Por ese precio rondan también los trajes de Calvin Klein, que no están mal, pero son poco entallados para mi gusto.

Un traje debe ser entallado, cuanto más, mejor. Es más, a la hora de elegir talla, deberíais quedaros una talla menos a la vuestra. Por ejemplo, yo uso una talla 50, pero cuando me compro una americana, me quedo una 48, porque debe quedar muy entallada, que no estrecha. La chaqueta debe romper en la zona de los botones, es decir, se debe arrugar, como la de Neil Patrick Harris (Barney Stinson, o el rey de los trajes, para los colegas) en la foto. Si la chaqueta rompe, es que el traje está lo suficientemente entallado, y eso, lo creáis o no, os hace parecer más delgados.

Pero no solo delgados os ha de hacer el traje, sino también altos. Un buen traje a medida resalta la altura del hombre, pero también hay trucos para conseguirlo con un traje de confección.
Los pantalones con vuelta en los tobillos obligan a llevar el zapato y parte del calcetín totalmente al aire, y eso genera una ilusión óptica que dota de mayor altura. Por lo tanto, os recomiendo llevar vuelta en el pantalón siempre que podáis. Yo lo hago, y Thom Browne también. Aunque quizás él se pase de corto...

En lo que a solapas se refiere, quizás seáis unos modernacos del demonio y las queráis estrechísimas. En ese caso, tened en cuenta que las solapas estrechas quedan bien en trajes negros, como este de Dior Homme, y que tenéis que combinarlos con corbatas estrechas, y con camisas de cuello estrecho también. Vamos, que esas solapitas condicionan demasiado, pero allá cada uno con sus gustos!

Es importante que no estrenéis el traje ese día tan importante para el que os lo habéis comprado, sino que lo uséis por casa para que se amolde a vuestra figura. Un traje totalmente nuevo brilla demasiado y queda mal. Hay que ablandarlo con el uso, así que no temáis sentaros a ver la tele con el traje puesto!!!
Eso sí, si os lo compráis en la Gran Z o sucedáneos, estrenadlo el día del acto, porque a la tercera vez que os lo pongáis, lo más probable es que se os descosa una manga...
En lo que a camisas y corbatas se refiere, hoy en día está casi todo permitido, pero con ciertas excepciones. Si la camisa es de rayas, la corbata puede llevarlas también, pero más finas o más gruesas, y de distinto color. Si la camisa es de cuadros (cosa que me encanta, como a Tom Ford), la corbata debe de ser lisa. Y, por favor, usad el bolsillo del pecho para llevar un bonito pañuelo, no seáis rancios!
Eso sí, procurad que el traje, la camisa, la corbata y el pañuelo sean de colores distintos. Si lo hacéis bien, quedará de maravilla!!!

Y, como dice mi sastre (por pretencioso que parezca): el necio se cubre, el rico se adorna y el elegante se viste.
Así que no seáis necios!!!!